Costumbres y tradiciones

Ermita de Santa Engracia
Santa Engracia

Una de las tradiciones más arraigadas de Santolea, era la celebración de las fiestas patronales. En el mes de Enero los San Antones, que se hacia su fiesta los días 20 San Sebastián y 21 San Antonio Abad y la de su patrona, Santa Engracia, que se celebraba el día 16 de Abril

 

En esta última partiendo de la iglesia Parroquial, los vecinos subían en procesión, acompañados por la música que se había contratado para las fiestas, con volteo de campanas y cantos religiosos, de los correspondientes sacerdotes invitados, que acompañaban al Párroco del pueblo, las autoridades, vecinos y amigos que acudían en este día.

 

Llegados a la ermita se celebraba la misa, en la que participaban la mayoría de los asistentes. El sermón corría a cargo de alguno de los sacerdotes invitados, que se encargaba de resaltar las virtudes de la Santa.

 

También había la costumbre de algunos durante la misa se iban detrás de la ermita en un llano que llamaban del muladar y allí jugaban a las chapas, juego que al parecer se cruzaban bastante dinero, pero si hacía aparición la Guardia Civil, el juego se interrumpía automáticamente.

 

Terminada la misa se volvía al pueblo nuevamente en procesión, como vemos en alguna fotografía. Para la preparación de estas fiestas se elaboraban un buen surtido de pastas, que las mujeres se encargaban de hacer en el horno del pueblo, lo que representaba ya un anuncio de las fiestas, con aquel ir y venir trayendo y llevando las materias primas y luego el producto terminado.

Estado actual de la ermita

 

Como podemos ver por las fotografías, esta ermita esta en un estado de deterioro total y esperamos que algún día la Confederación Hidrográfica del Ebro, junto con alguno de nuestros gobernantes de turno, se acuerden de este recinto y se restaure o por lo menos se haga otra aunque esta sea más pequeña, pero que en definitiva pueda ser la referencia y memoria de aquel pueblo que lo dio todo y que hasta el momento, no ha recibido nada a cambio.

Restos de pintura en uno de sus arcos
Olivo centenario

 

Este olivo centenario, cuyos propietarios en su día fueron la familia Navarro, es testigo mudo de muchos de los acontecimientos que cerca de él se han ido sucediendo, festividad de la Patrona, bodas y demás eventos. Hoy después de tantos años, continua ofreciéndonos su sombra y recordándonos tiempos lejanos

Otra vista de la ermita

 

En el recinto donde se hallaba el Calvario y en la parte más alta del mismo, estaba la ermita de Santa Engracia. No era un edificio muy vistoso, construido de tapial y revocado de cal, con un espacio cubierto antes de llegar a la puerta de entrada.

 

Durante el año se subia al Calvario en otras ocasiones, una de ellas era el día de Jueves Santo, que subiendo en procesión desde el pueblo, se hacía un Via Crucis solemne, recoriendo todas las estaciones.

 

Otro de los días que se subía , era el día de la Santa Cruz de Mayor, que se hacía la bendición de los términos.

 

Han pasado muchos años y en el edificio en ruinas, podemos comprobar que hay mucha gente que no olvida a Santa Engracia, y dejan sus escritos en aquellas viejas paredes, con el deseo que alguien vea que allí estuvo uno de los hijos del pueblo o un simpatizante

Procesión de regreso

 

Terminada la misa, la comitiva se dirigía nuevamente a la iglesia Parroquial, para a continuación seguir con los actos festivos programados aquel año, a los que acudían invitados de algunos pueblos vecinos, para juntos disfrutar de las fiestas y degustar alguna de aquellas pastas, que las mujeres prepararon días antes.

 

Por la tarde y noche se finalizaba la fiesta con ambas sesiones de baile, amenizada en muchas ocasiones por nuestro amigo, José Sorribas, para nosotros el Conesa, que formaron grupo con Antonio Peralta de Abenfigo y como tamborilero el Roso y que ellos mismos llamaron a este grupo “La Orquesta del Aguila”

Los San Antones

 

Con este nombre se denominaban a las fiesta patronales del mes de Enero, fiestas que se celebraban en honor de San Sebastián y San Antonio Abad. La primera era el día 20 y la segunda el 21. Como sabemos, el día de San Antonio Abad es el 17 de Enero, pero en este caso, para que coincidiera con la de San Sebastián, se trasladaba al día 21.

 

Fueron fiestas muy populares a las que acudían muchos invitados de los pueblos más cercanos, unos a pasar el día con familiares y amigos y otros, generalmente gente joven a las horas del baile, ya que había dos sesiones, una por la tarde y otra por la noche.

 

La fiesta empezaba la víspera por la noche, con la primera sesión de baile, a ella generalmente acudían los mozos y mozas del pueblo, al día siguiente ya nos acompañaban los que habían venido de fuera.

 

Fruto de estas fiestas y encuentros, se crearon amistades que más tarde terminarían en matrimonios, como podemos comprobar en las distintas uniones que vemos con el paso de los años.

 

Si comprobamos los datos sobre uniones matrimoniales con vecinos de otros pueblos, vemos su importancia por este orden, Luco de Bordón, Dos Torres, Ladruñán, Las Planas de Castellote, Cuevas de Cañart, Las Parras de Castellote, Jaganta, Castellote, Bordón, Seno, Más de las Matas, Berge y otros en menor cuantía.

 

El día 22 que llamábamos el día de la Abuela, se hacía meriendas por grupos y edades, para despedir las fiestas, si había quedado algo de dinero, se contrataba a alguien que tocara algún instrumento para finalizar la tarde con una sesión de baile.

 

La preparación de estas fiestas llevaba consigo la elaboración de pastas y en entre ellas la más popular era la torta de alma, que se hicieron famosas por el contorno, para lo cual pudo influir varias cosas, el aceite, el horno y sobre todo el saber hacer de nuestras madres y abuelas. Era un espectáculo la ida y venida de gentes hacia el horno, llevando la materia prima y sobre todo, la salida del mismo con barreños y canastas de pastas con un olor tan penetrante que hacía disfrutar de las fiestas con anterioridad a las mismas.

Procesión

También se hacia procesión estos dos días. Terminada la misa se hacía un recorrido por las calles llevando en andas a los santos, que ocuparían el lugar correspondiente, el día 20 San Sebastián ocupaba este Santo el primer lugar en la procesión, llevado por los quintos, era el día de los solteros, el día 21 sería San Antonio el que ocupara este puesto, en este caso llevado por los casados.

 

Después de terminada la misa y la procesión se llevaba a cabo “LA Llega”, que consistía en dar la vuelta al pueblo acompañados por la música contratada y con bandejas y sobre todo una manta cogida por cuatro uno de cada extremo, donde se recogía dinero y pastas que los vecinos iban regalando. También en este caso La Llega la hacían los solteros día 20 y los casados el 21.

 

Al terminar el Ayuntamiento invitaba a un refrigerio, una especie entremes antes de ir cada uno a su casa a comer.

 

Encamisada

Por la tarde después de la comida se procedía ha hacer La Encamisada. Una cabalgata donde los participantes montados en sus caballerías, llevando a la grupa a sus mujeres, novias o familiares, vestidas con trajes regionales y elegantes, daban una vuelta al pueblo, parando a la puerta de la iglesia, donde el Párroco bendecía las caballerías y en una bandeja colocada se depositaban los donativos para los santos.

 

Hay una anécdota sobre esta bandeja, un año uno de los mozos se llevó la bandeja con los donativos y supuestamente nadie sabía quien había sido, pero en la merienda del día de la Abuela, le cantaron esta jota.

La monarquía no quiere

Que en España haya rateros

Que a San Antón le han quitado

La bandeja los dineros.

 

A los participantes que querían, daban otra vuelta al pueblo en una competición de carreras de caballerías.