Cuento de Navidad

 

 

Alguien que conozco, me contó una vez, una historia suya de una Navidad, que el recordaba de hace tiempo ya.

No se parecía a las que vemos hoy en día.

Me hablaba de un pueblo pequeño donde ninguna calle estaba asfaltada, ni tenía aceras, pero tampoco hacían falta porque no había coches.

La nieve se amontonaba en las calles, en los tejados y en los campos. Ningún escaparate iluminaba ni ponía sonido a la Navidad, ni la televisión decía a las gentes lo que debían comprar. Nadie trabajaba esos días ni los niños tenían escuela, porqué no se podía salir al campo, ni andar por las calles.

Los días pasaban con toda la gente reunida alrededor del fuego donde asaban castañas y comían todos los frutos que habían recogido durante el año, y todo eso hablando mucho entre ellos, contándose cuentos como este, y muchas cosas más.

No conocían a nadie llamado Papá Noel. De los Reyes Magos si habían oído hablar, pero, cuando pasaban por ese pueblo, apenas les quedaban regalos que dejar, por lo que, a ningún niño se le ocurría pedir más de una cosa. Pero, según el,  la ilusión que tenían era superior a la de ahora. Además los niños entonces tenían la capacidad de crear juegos y juguetes, por que aún no habían empezado a perder ese poder mágico llamado  imaginación. No sabían de Harry Potter, pero todos podían convertir una lata en un coche, un trozo de madera en un arma de guerra, o un montón de piedras en una fortaleza, y las pinzas de tender la ropa en un ejército de soldados o el tendedor de mamá lleno de sábanas blancas un velero de piratas.

También me contaba que los árboles pasaban el invierno cubiertos de nieve en el campo formando estampas muy bonitas, por lo que, a nadie se le ocurría cortar uno y ponerlo en su casa. Villancicos si que había, pero los cantaban ellos todo el día.

No existía ni siquiera El Corte Inglés, y sin embargo todos sabían que había llegado la Navidad.

 No acabo de entenderlo pero parece que la Navidad es algo mágico que llevas dentro, y que es para todos igual porque es gratis. Lo de los anuncios de la tele debe ser otra cosa que, seguro entenderé de mayor.

Ah! Ya recuerdo quien me contaba estas cosas. Era mi abuelo. Creo que va a tener razón y va a ser que ahora, a los niños  nos están contando mal esto de la Navidad.

.